21 marzo 2006

Crash: buena idea, mala ejecución

cartel de la película
Anoche, Teresa y yo decídimos ir a ver Crash motivados, entre otras cosas, por su éxito en los Oscars y por algunos comentarios de amigos y allegados.

Esto que viene a continuación pretende ser una reseña y no una crítica, básicamente por dos motivos:

a) No me apetece ponerme a analizar la película con el detenimiento que merece una crítica.
b) No se tanto de cine como para creerme que puedo hacer una crítica solvente. :-)

Básicamente, la película lo que nos quiere contar es que la sociedad actual nos lleva a estar permanentemente en un estado de crispación, miedo, delirio paranoide e histeria que nos hace saltar a la primera de cambio, especialmente con aquel que es distinto a mi (y cuánto más distinto, más motivo para ser el blanco de mi miedo-odio). En realidad, ese es el escenario, las condiciones de contorno, que Paul Haggis elige, en mi opinión, con criterio y oportunidad. La segunda cosa que quiere contar Paul Haggis (creo) es que en medio de eso, toda persona conserva la capacidad de redimirse y querer caminar hacia algo mejor, más humano.

Hasta ahí, me parece que el punto de partida era una buena idea... el problema radica en la manera en que pretende ser contado: una fábula repleta de personajes e historias entrelazadas forzadamente (en mi opinión, alguna es completamente paralela y no aporta demasiado) en la que todo se sucede según un previsible esquema: parezco malo malísimo (o un pusilánime), se nota que tengo corazoncito, me redimo gracias a la casualidad (en L.A. es más fácil encontrarse a alguien que en un bar de pueblo).

Al final, por mantener este esquema, la película pierde en gran medida verosimilitud (y la excusa de ser una fábula o cuento no me parece que esconda adecuadamente este problema).

Interesante, pero no para ganar un Oscar. Me gustó muchísimo más Million Dollar Baby.